Este año 2009 es el primero en el que me he decidido a abrir un blog, y lo que es peor, encima he acabado abriendo dos. La sensación que tengo es que repito demasiado de lo que leo y oigo y/o que apenas aporto nada nuevo a lo que analizo. Eso sí, al menos de vez en cuando, mientras escribo (no siempre soy capaz de plasmarlo todo y correctamente) me sale algún comentario que sin ser brillante me deja satisfecho.
Me veo también, un tanto extremista cuando algo no me gusta. Nunca niego mi tendencia política y menos en este blog (ni mi sentimiento en el otro), así que mis ataques se centran en las fuerzas conservadoras y de un modo un tanto o bastante radical. Mi deseo es ser más comprensivo en el año próximo con los contrarios.
Aún así, la experiencia es positiva, aunque sea sólo espantar demonios... y por lo menos para ser un poquito más fluido a la hora de expresarme y no sólo por escrito.
Yendo al tema personal, el año se cierra con tres hechos que me llenan de satisfacción. Primero que mi madre sigue su recuperación, sin grandes tropiezos. Pronto saldrá de la UCI y quizá en semanas pueda volver a casa.
La compra de un nuevo piso, más grande y más acorde con el nuevo número de integrantes de mi familia (tradicional, ufff, espero que no tanto, dejémoslo en unión de dos heterosexuales y sus resultados) también es una satisfacción. Se parece mucho a lo que buscábamos, el precio parece bueno (eso me dice el olfato y la tasación del banco) y hemos conseguido unas buenas condiciones para el préstamo. Lo único es que me temo que he incumplido mi promesa de no trabajar con Caja de Madrid, eso sí, ya que me vendo al diablo, lo hago por unas buenísimas condiciones.
Y por último, el saber que en mayo vendrá nuestro segundo hijo. Esperamos que Lucía contribuya a que el mundo sea mejor y que nos ponga a prueba como padres y como personas, como lo hace Mario. La paternidad es una apuesta fuerte y es aprendizaje cada día... y eso que su adolescencia queda lejos. Ya tendré tiempo de arrepentirme... si es que lo hago.
Un abrazo a todos. Que el año que se va haya sido lo mejor posible y que el que viene traiga todo lo posible. Yo de momento me siento servido...
Un saludo
Jesús (a.k.a. Abu)
Me veo también, un tanto extremista cuando algo no me gusta. Nunca niego mi tendencia política y menos en este blog (ni mi sentimiento en el otro), así que mis ataques se centran en las fuerzas conservadoras y de un modo un tanto o bastante radical. Mi deseo es ser más comprensivo en el año próximo con los contrarios.
Aún así, la experiencia es positiva, aunque sea sólo espantar demonios... y por lo menos para ser un poquito más fluido a la hora de expresarme y no sólo por escrito.
Yendo al tema personal, el año se cierra con tres hechos que me llenan de satisfacción. Primero que mi madre sigue su recuperación, sin grandes tropiezos. Pronto saldrá de la UCI y quizá en semanas pueda volver a casa.
La compra de un nuevo piso, más grande y más acorde con el nuevo número de integrantes de mi familia (tradicional, ufff, espero que no tanto, dejémoslo en unión de dos heterosexuales y sus resultados) también es una satisfacción. Se parece mucho a lo que buscábamos, el precio parece bueno (eso me dice el olfato y la tasación del banco) y hemos conseguido unas buenas condiciones para el préstamo. Lo único es que me temo que he incumplido mi promesa de no trabajar con Caja de Madrid, eso sí, ya que me vendo al diablo, lo hago por unas buenísimas condiciones.
Y por último, el saber que en mayo vendrá nuestro segundo hijo. Esperamos que Lucía contribuya a que el mundo sea mejor y que nos ponga a prueba como padres y como personas, como lo hace Mario. La paternidad es una apuesta fuerte y es aprendizaje cada día... y eso que su adolescencia queda lejos. Ya tendré tiempo de arrepentirme... si es que lo hago.
Un abrazo a todos. Que el año que se va haya sido lo mejor posible y que el que viene traiga todo lo posible. Yo de momento me siento servido...
Un saludo
Jesús (a.k.a. Abu)