El desasosiego me puede en estas ocasiones. Bomba en tal sitio, hay o no hay muertos. Esta vez han sido dos Guardias Civiles, el otro día sólo hubo heridos.
Confío en el gobierno. No hay señales, no hay mensajes, los comandos caen, Batasuna y sus líderes callan. No hay alternativa política ahí dentro, todos son bombas y pistolas y sus electores van desapareciendo.
Pero son dos nuevas vidas humanas y lo único que me sale es un "hasta cuando". Sé que este es el camino, pero tengo la sensación de que va a ser largo.
Nunca estoy fino cuando quiero plasmar mis ideas, pero hoy todavía menos. Todo mi cariño y mi compañía a los allegados a las víctimas y mi desprecio para estas acciones.
Nos merecemos algo mucho mejor. Su final se acerca.
sábado, 1 de agosto de 2009
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