domingo, 4 de octubre de 2009

Modestas pensiones en la alta dirección


El señor Goirigolzarri (en la foto) ha decidido que ha llegado su momento, o lo han decidido por él y el caso es que el buen hombre se va a casa. Cada año toman esta decisión unos cuantos altos ejecutivos, por unos motivos o por otros y siempre levanta más o menos polvareda la modesta liquidación que se va con ellos de la mano.

Corren malos tiempos para el empleo y mi idealismo me dice que también esta gente debería arrimar el hombro y flexibilizarse como nos piden de cuando en cuando a la infantería laboral de este nuestro pobre país.

Me parece que mi idealismo, una vez más, se va a dar un tortazo con el muro de la realidad y mira que se lo tengo dicho. Al menos el señor Goirigolzarri no ha aparecido publicamente para pedir reformas laborales, recortes de la seguridad social y moderación salarial, pero me temo que muchos de los que forman la CEOE y que dicen hablar desde la ortodoxia económica también disfrutan de contratos de alta dirección y habrá un día que liquiden sus más o menos blindados contratos o perciban una buena pensión.

Lo cierto, y vuelvo a mi carrera (una pena, pero es que mis viejos se gastaron unas pelas), es que no recuerdo en qué parte de la teoría económica se reflexiona sobre la necesidad de altos sueldos y altas pensiones a la alta dirección y a los ejecutivos. Pero vamos, si alguien me lee y me puede ilustrar, le estaré agradecido. Y lo mismo si alguien aporta algo proporcional a la moderación salarial para estos niveles, a añadir a la extensa literatura al respecto de los trabajadores de base.

El modelo empresarial, ciertamente debe estar orientado a resultados y es lógico que el que más se arriesga obtenga la mayor remuneración. Pensiones, bonus, benefícios sociales, "garden leave" en el caso de dejar la empresa... Y en algunos casos empresas ya firmemente establecidas con fuertes pérdidas, que en ningún caso se deben a políticas de inversión a largo plazo...

Eso sí, prácticas lamentables, pero debemos huir de discursos difícilmente llevables a la realidad y demagógicos, como el de subir la fiscalidad a estos premios. ¿Quién le pone el cascabel al gato? Me temo que Pepe Blanco hizo unas bonitas declaraciones buscando complicidad y comprensión y ha vuelto a ganarse unos cuantos palos.

Un punto más, para esa economía sostenible, para ese nuevo modelo económico que deberían estar construyendo las cabezas pensantes, porque ahí está el origen de la crisis. Si no, pues en unos diez, quince años... otro nuevo armageddon financiero... y la culpa, por supuesto del gobierno...

Un saludo

Jesús (a.k.a. Abu)

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