viernes, 18 de diciembre de 2009

Lucía y ya que estamos...



Nos llega la noticia de que el niño que esperamos va a ser niña (se va a llamar Lucía), justo en el momento en que se vota la ley del aborto. Me ha hecho un comentario un compañero y quiero dejar esta breve reflexión.
Tenemos tanto mi santa como yo 34 palos y además un niño que cumplirá 2, en el momento en que, si todo va bien, nazca su hermanita. Como todo el mundo nos dijo, no teníamos ni idea de lo que nos iba a cambiar la existencia. Era cierto, tanto para bien (no me he reído ni lo he pasado tan bien en mi vida cuando le veo cantar o imitar todo lo que ve) como para mal (sí, he llegado a dormir en el suelo, al lado de su cuna, cuando no he pasado alguna noche casi en vela) y lo que nos queda.
Pero con la ley del aborto o sin ella, tengo claro que o somos maduros ahora o no lo seremos en la vida, que nuestra posición económica, está muy por encima del mileurismo. Por ello nuestro hogar es propicio para tener descendencia.
Y ahora alguien pide al Rey que no firme una ley o alguien amenaza con excomulgar o negar la comunión al que vote el proyecto o los (en ese caso claro, los de antes no) responsables pancarteros o Telemadrid o un largo etcetera, con el objeto de prohibir a cualquier mujer mayor de 16 años que aborte.
Y yo me pregunto, si todos esos alguienes, estarán con esa madre y esa criatura y sus circunstancias... si no tiene más opción que dar a luz... seguro. Denegadas todas las opciones. Para eso la familia y... la caridad. Y si no... no haber follado.
Por cierto, para el que no lo sepa y me lea... se va a llamar Lucía y, al menos para mí, será la niña más guapa del mundo. Y no digo nada de Mario...
Un abrazo
Jesús (a.k.a. Abu, antes que padre, fíjate)

No hay comentarios:

Publicar un comentario