miércoles, 25 de noviembre de 2009

Se llamaba Ana...



Se me había pasado, hoy el día contra la violencia de género. Esta mañana mientras venía en el coche escuchaba el testimonio de una chica de 20 años que pudo escapar, salvar la vida y denunciar.
Ana... decir que tuvo suerte es una broma macabra, pues como ella contaba su relación cuando ambos tenían 13 años y en poco tiempo empezaron los celos, las disputas... pero ahí sólo había una parte que se imponía a base de palizas e insultos
La broma macabra sigue, pues aún hoy sufre la persecución por parte de amigos y familiares del presunto maltratador, por la calle y... en tuenti.
Mi reflexión, va por Ana, que puede seguir viviendo tras siete años de pesadilla (la suerte no es aplicable ni antes ni ahora, repito), pero también para las que no tienen nombre y/o vida (habiendo muerto o no).
Cuando estás en una relación, das bastante y recibes todo, muestras tu intimidad, te vuelves vulnerable para el otro pues tienes que abrirte, y que entre la violencia por esa puerta, en la que no hay puesto fronterizo alguno, es algo inesperado es más que una deslealtad. Para eso no hay defensa.
Nunca más. No sé cómo era la vida de antes, tampoco era aceptable. En la España del siglo XXI tampoco.
Un saludo
Jesús (a.k.a. Abu)

lunes, 23 de noviembre de 2009

Sin mitin, pero con marmitaco



Son tiempos difíciles para el PSOE. La labor de gobierno está desgastando muy rápidamente a los actuales dirigentes y se hace necesario un discurso nuevo y una alternativa a la crisis. Por eso se me hace muy duro escribir sobre la organización de un simple mitin. Obviando el asunto del caos que se produjo, de haber entrado y encontrado un sitio decente, tampoco me hubiera gustado comentar el uso del jazz y las entrevistas del nuevo formato. El PSOE debe estar a la altura y se le exige dar respuestas ya o no le quedará más remedio que dejar paso a la derecha por agotamiento.

Por eso quería ir… quería valorar y juzgar de primera mano los nuevos planteamientos, aunque me temía que no iba a haber nada nuevo. Pero no, se anunció la aprobación de la Ley de Sostenibilidad y se esbozaron nuevas medidas de apoyo a las empresas. ¿Será suficiente? Más allá del miedo a lo que pueda perpetrar la derecha si llega (como Dios manda según Pizarro o tras la cacerolada de González Pons, jopé lo que nos viene) este país lo necesita. Los cuatro millones de parados están extenuados y nos están extenuando.

Ya he escrito alguna vez sobre lo errático de los tiempos en las medidas del gobierno. El Gobierno ha parecido sobrepasado en muchos momentos, más dedicado a tapar agujeros y a anestesiar a la opinión pública, con conejos de la chistera momentáneos. Pero sigo pensando que las medidas son correctas y que, con más tranquilidad, podía haberse dado sensación de tener un plan.

Tuvimos tiempo de comentar, que lo que para unos es una muestra de agarrotamiento, Zapatero se está agarrando a un valor que le puede dar rédito entre el voto de izquierda más militante. Felipe González acabó buscando apoyos en los nacionalistas y en los empresarios, pero Zapatero, sin desdeñar a los nacionalistas ha elegido dar jabón a los sindicatos. El discurso lo comparto, ésta no es la crisis por exceso en los salarios. No se puede sacrificar a los trabajadores.

Pero vuelvo al acto. Creo que en los últimos 15 días he recibido una invitación por correo ordinario, cinco o seis mensajes de correo electrónico, una llamada a mi móvil con una grabación de Leire Pajín, dos o tres sms y no cuento los mensajes desde mi agrupación para preparar el bus que se pone en estos casos. Todo para llenar, para arropar a los ministros, a la ejecutiva federal, a Felipe González y a ZP en el acto de las nuevas energías.

El PSOE, supongo que como cualquier gran partido, muestra pánico a la perspectiva de asientos vacíos. Las convocatorias para estos actos van seguidas de fuertes llamamientos publicitarios y medios a disposición de las agrupaciones locales, que hacen un gran esfuerzo por cubrir los actos.

Y llegas y te encuentras semejante imprevisión. No se utilizó el otras veces utilizado Auditorium B, también llamado sótano, o el Auditorio A con doble grada. Se utilizó el espacio superior, mucho más pequeño y recogido, justo encima y que suele ocuparse con pequeñas ferias como la del empleo del ABC, hace años.

Frio, una hora de cola, al final nos dejan entrar a una galería en la que no hay asientos ni se ve el escenario principal y luego al final ni siquiera había acústica y no se escuchaba a los presentadores, los altos cargos… ni siquiera la prensa tenía visibilidad ni sonido. Creo que encima, 1000 personas se quedaron fuera. El acto pude seguirlo por twitter y lo que he leído en prensa, pues me negué a permanecer en el sitio que me dieron. Será difícil que algunos de los que se quedaron fuera se planteen volver a algún acto en el futuro.

Me lo tengo que tomar con sentido del humor. El mitin se transformó en un rato de cañas en el durante y en una comida con un monumental marmitaco (lo pondremos con “c” para no soliviantar a los ortodoxos de este guiso) con los compañeros, para olvidar el mal trago.

En fin, seguiremos trabajando en la base, pero vaya diita.
Un saludo
Jesús (a.k.a. Abu)

viernes, 20 de noviembre de 2009

SITEL: Aunque yo me quede tuerto...


Siempre me ha hecho gracia el chiste sobre el envidioso aquel al que un geniecillo lamparero le dijo “te doy un deseo, pero piensa que de lo que me pidas a tu vecino le daré el doble”. El envidioso pidió quedarse tuerto y su vecino… ciego. Me hace gracia lógicamente por no llorar y porque crees que a esos extremos no llega nadie.

Sin embargo la realidad siempre trae ejemplos de lo malo. Según llegó el PSOE al gobierno en el año 2004, Elena Espinosa se enfrentó a la negociación de la nueva Política Agraria Común. Meses y meses de negociación, llevados por el gran ministro Miguel Arias Cañete (sí ese que hablaba de los camareros de toda la vida) que se suponían difíciles y de retirada de ayudas por parte del azote del campo español, el comisario Franz Fischler. La ministra llegó, terminó la negociación y firmó. Hubo concesiones, claro, la PAC estaba en retroceso, pero las críticas del PP fueron encarnizadas. Eso sí, todavía estoy esperando que el gran ministro Cañete explicase lo que había logrado en tantos meses de negociación, que supuestamente desbarató Elena Espinosa.

Poco tiempo después, se descubrió un grupo de trabajo dentro de la Unión Europea sobre temas de terrorismo. El Grupo Popular lanzó duras acusaciones al Gobierno porque nuestro país no estaba representado en él, a pesar de tener una lamentable experiencia de varios años. Era el año 2004… lo recuerdo, parece ser que el grupo llevaba formado desde el año 2000…

Este tipo de pedradas, de críticas absurdas que se vuelven en su contra, yo creía que se habían terminado, pero ahora nos viene el tema este del SITEL. De la noche a la mañana, el PP se lo ha sacado de la chistera para tratar de explicar la gran conspiración, de la que no han presentado ninguna prueba, ni han tenido el detalle de denunciar por los cauces establecidos al respecto (un juzgado, una comisaría, un ministerio…).

Según parece es ilegal y tienen 22 dictámenes jurídicos al respecto. Lo que me pregunto, es por qué se adquirió siendo Mariano Rajoy Ministro del Interior, y si es cierto lo que dicen, a pesar de costar 13 millones de euros del dinero de nuestros impuestos, sólo lo usaron una vez en pruebas… Si tan ilegal era, me pregunto por qué no lo devolvieron… Ahora, el sistema que compraron hace ocho años, digan lo que digan las sentencias del Tribunal Supremo (por cierto, parece que es preferible el SITEL a otros medios) es un instrumento de opresión y de espionaje al servicio del PSOE, ahora, ese instrumento debe ser regulado y por Ley Orgánica. Hace seis meses el SITEL era un gran desconocido, hoy requiere legislación urgente, ocho años después.

En el PP han debido pensar que es preferible aceptar la propia incompetencia y la propia irresponsabilidad, con tal de seguir con la cortina de humo de la gran conspiración, una vez que la otra gran conspiración, la del 11-M, parece que ya está agotada y que no hay manera de sacar más insidias. Una vez más, volvemos a una guerra sucia basada en declaraciones a los medios que me temo que no se sustanciarán en nada.

Añado una reflexión personal: Hay algo que los gobiernos nunca legislan. ¿Cuánto saben sobre nosotros, que nunca se pone delante de un juez? Me temo que eso nunca se legislará. Se utilizará como arma arrojadiza por unos y otros como en este caso, pero poco más… La responsabilidad sigue siendo un bien escaso en estos tiempos.
Por cierto, lo acepto. Que nos expliquen de qué va esto del SITEL y que se den garantías. Pero que no se juegue con ello.
Un saludo
Jesús (a.k.a. Abu)

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Dudas sobre el Alakrana


Felicitémonos. Ya no tendremos que escuchar al pobre patrón o a cualquiera de los marineros en cortas conversaciones radiofónicas preocupándonos por las palizas y las vejaciones recibidas. Ya están de vuelta y pronto podrán contarlo como una pesadilla que ya pasó, que no olvidarán nunca, pero que no ha traído ninguna desgracia irremediable.

Ahora se pueden plantear las dudas y pedir las explicaciones que sean pertinentes. Me parece correcto. A mí sin pensar demasiado, se me ocurren unas cuantas bastante razonables.

¿Cómo fue capturado?
¿Vulneró alguna indicación de seguridad?
¿Pescaba en sitio peligroso?
¿Por qué ha durado tanto el secuestro?
¿Se ha pagado el rescate?
¿Había plan alternativo?
¿Ha habido negociaciones?
¿Quiénes han sido los interlocutores?
¿Cuál ha sido el papel de los dos detenidos?
¿Quién decidió su viaje a España?
¿Está decidida su vuelta a Somalia?

De todas formas, me temo que va a ser una oportunidad más para acorralar al gobierno, para hacer aparecer el fantasma de una posible ineptitud o ineficacia. Más allá de entender lo que ha pasado y sacar conclusiones y soluciones para el futuro. Por mi parte, no puedo defender lo que no conozco, pero no tengo tan claro que la culpa sea del Gobierno.

El secuestro no se ha producido en territorio nacional, sino en un país, cuyos organismos no tienen más poder que el que ejercen literalmente en sus casas. Somalia es lo más parecido a la isla de Tortuga retratada en la película “Piratas del Caribe” y en algunas otras. Los medios de comunicación han contado como los piratas subían al barco y volvían a tierra a su antojo, supuestamente llevando consigo a miembros de la tripulación.

Por otro lado, ya hace tiempo que se sospecha que las tropelías de los piratas están organizadas y dirigidas por alguien con más enjundia que los 4, 10 o 60 desarrapados que han desfilado por el barco. Este no es el primer secuestro, ni el más largo, ni España el primer país que haya claudicado. Los piratas aparecen donde duele y parecen tener bastante control sobre las rutas y los medios de comunicación de los barcos, más que el que se supone que puedan tener a vista de pájaro sobre las costas de Somalia. No todas las cuantías de los rescates se pagan en una bolsa lanzada a una cubierta.

Por encima de este caso particular, la clave está en la redefinición de las medidas de seguridad que lleven los pesqueros y en la acción multinacional que se efectúe sobre el territorio somalí, pero ojo, no con una guerra preventiva a la moda Bush, sino con el control de las bases que puedan estar. Pero me temo que eso no se va a escuchar en la sesión de control. Se echará en cara la supuesta inactividad, se especulará con posibles soluciones confusas y en muchos casos irrealizables si se analizan con calma y poco más. Reflexión sobre lo realizado por gobierno, oposición, justicia y medios de comunicación, coherencia y responsabilidad me temo que faltará.
Lo dicho, mi felicitación a las familias por su temple y sus manifestaciones, y mi enhorabuena porque todo se ha terminado. Esperaremos los resultados y desearemos acierto futuro.
Un saludo
Jesús (a.k.a. Abu)

lunes, 16 de noviembre de 2009

Lo siento, he topado con la Iglesia


Llevo dándole vueltas a este tema desde las geniales declaraciones de Martínez Camino mentando la excomunión “a todo aquel que los políticos que apoyen, voten o promuevan la ley pues estarán en pecado mortal público”.

El resultado ha sido un consenso algo sorprendente entre todos los partidos políticos al respecto. Digo algo, porque no esperaba tantas declaraciones particulares o que partidos de clara filiación católica como PP o PNV critiquen en bloque a la Iglesia por ello. Pero no lo es tanto, si pensamos que es más que una injerencia en la política, es un intento de amedrentar a los representantes electos de los ciudadanos para que no voten a favor de un proyecto político de alto interés y transcendencia social. El asunto es bastante grave.

En primer lugar, tengo muy claro, esté de acuerdo con sus postulados o no, que la Iglesia, puede o no, por su evidente peso en la sociedad intervenir en la vida pública en aquello que estime oportuno. Como toda religión, tiene unos principios y una jerarquía moral y está en su derecho de defenderlos y criticar aquello que no considere aceptable. Es una obviedad, pero antes de criticar, prefiero dejar claro mi respeto.

Pero, lamentablemente, los postulados de la Iglesia, cada día me parecen más arcaicos y más alejados de la realidad de este país y me temo que del mundo. Encabezan casi todas las tesis más conservadoras de la política, especialmente en los temas sociales y apenas muestran actividad en temas de en las que es obvia actuación pública, más allá de prestar innegables ayudas por parte de sus organizaciones de caridad. Pocas declaraciones públicas por la crisis, la corrupción (a pesar de algunas apariciones de sus cargos, como en el caso Gescartera) la pérdida de empleo… a pesar de la indiscutible aportación de la Iglesia en su doctrina social.

Las declaraciones de Martínez Camino son una muestra más de este alejamiento. Sospecho que nunca se llevarán a término, es más, ya se están matizando. El paso siguiente sería volver a montar la Inquisición y hacer excomuniones en masa. Los Obispados desoyen las (reconozcámoslo) pocas peticiones de apostasía para no descender sus censos de Católicos, pensar que van a proceder a eliminaciones de motu propio, es disparatado. Bastaría el caso de algún parlamentario para montar un escándalo monumental.

Ya dije lo que pensaba de la última manifestación. Respetable su opinión, pero demasiadas preguntas obviadas e ignoradas, como si no fuera su problema y las situaciones deben ser valoradas en su conjunto. No vale responder a medias o con amenazas. Estamos en el siglo XXI y conviene recordar la separación entre Iglesia y Estado, además de recordar que la Iglesia debe acercarse a la sociedad y no al revés.

Por cierto, escribo desde el respeto. Mi blog no creo que sea ni mucho menos ampliamente leído, pero me temo que si va más allá de mis colegas, alguien me dirá que quién soy para hablar de la Iglesia. La Iglesia debe asumir que si es titular de posición en la vida pública y de criticar, es susceptible de ser criticada en sus actuaciones y no siempre es así… me temo que casi nunca.
Un saludo
Jesús (A.k.a. Abu)

lunes, 9 de noviembre de 2009

Hace veinte años...



Parece mentira pero el tiempo pasa. Hace ya veinte años de aquello. Tenía yo catorce años y cada imagen del muro, cada noticia de una fuga... me parecía tan lejano como inamovible, algo que difícilmente cambiaría. ¿Qué podía saber yo de la realidad de la gente que vivía tras ese muro?
Yo no estuve en Berlín en esas fechas, pero un año después aprovechando un viaje familiar para ver a unos amigos en Osnabrück, aprovechamos un día para hacer una excursión (eran algo menos de 400 kms por autopista) a Berlín.
Evidentemente, las autoridades comunistas, ya no retenían una hora a los coches que pretendían entrar en el llamado corredor terrestre. Había controles en la frontera al entrar en la DDR y al salir para entrar en el lado occidental de Berlín. Era una autopista que estaba marcada con unos carteles azules en los que se indicaba "transit" en medio sobre fondo amarillo. Hileras de barracones en las que, en su momento, estaban la policía fronteriza y la Stasi, vigilando y registrando a los que querían entrar.
Pero hasta llegar a Berlín, podías ver alambradas, torres de control en los campos y otros vestigios de fuertes medidas de seguridad. Muy a lo lejos se podían ver los edifícios del extrarradio de alguna ciudad como Magdeburgo. Me parecieron muy iguales y muy tristes.
Ya en Berlín (año 90, todavía no habían llegado todos los centros comerciales y lo que hay ahora) podías ver tiros en las paredes, en la zona oriental a espaldas del Reichstag. Nos decían que eran tiros de la guerra mundial, que no se habían podido eliminar. De cuando en cuando dabas con un atasco y casi siempre el motivo era un trabi averiado (el coche del régimen).
Pero lo que más me impresionó fueron las placas que había en los alrededores de la puerta de Brandemburgo. Hacían mención a gente que había muerto al intentar huir. En ese momento, el muro en esa zona ya estaba desmantelado y en su lugar había un mercadillo con uniformes de soldados, medallas de la DDR, gorras de soldados...
Vivía el final de una historia que había empezado sólo unos meses antes. Aquel muro, que por cierto, pude ver no muy lejos, en un tramo junto al Spree, que parecía inamovible se desmanteló y troceó en poco tiempo, aunque os prometo que era duro como el solo. Quisimos llevarnos unos trozos a martillazos... y bueno, imposible, al menos con un martillo común. Nos contentamos con unos cascotes que había por el suelo y algún trozo pintado que compramos a un vendedor ambulante.
Ha sido después, cuando supe bastante de lo que había pasado. Ulbricht, Hoenecker, la Stasi, los Vopos, el Checkpoint Charlie, las fugas, los espias... 28 años de carcel a todos lo que no pudieron salir del paraiso comunista de la DDR.
Quisiera cerrar este recuerdo con una reflexión personal. Noto cierto tufillo revanchista en algunos documentales. Empiezan por "esos grandes Juan Pablo II, Reagan y Thatcher" que seguramente tuvieron un gran papel, pero cuyos errores están empezando a tapizarse, llegando a tratar la guerra de las galaxias como un acierto. Que Gorbachov no buscaba grandes cambios y para colmo que la caida del muro fue la derrota del socialismo...
En fin, celebremos la caida del muro y la libertad de los que sufrieron a la DDR y sigamos buscando la manera de hacer una sociedad más justa, lejos de aquellas dictaduras, pero dejemos de meternos en disputas de quien está cercano a aquello, porque podría decir si otros mantenían, defendían o simpatizaban con dictaduras de otro signo, y eso no creo que sea progresar...
Un saludo
Jesús (a.k.a. Abu)

Alrededor del mundo del futbol

Tengo un blog en el que hablo de los temas del deporte, en especial de mis equipos, pero sobre todo sobre el futbol y el Aleti.
No obstante dado que hay dos temas, uno general y otro personal que transcienden de ese ámbito a uno más amplio, voy a escribir al respecto aquí, el blog que tengo para los temas políticos y sociales.
Ayer fui como bastantes futboleros al Calderón a ver el derby. Repito, para lo que tiene que ver con lo futbolístico, me remito a http://elabuysuscosas.blogspot.com/2009/11/2-3-surrealista.html en el que ya he dejado mi crónica de lo vivido. Como de costumbre me gusta pasar el rato anterior con los colegas, tomando alguna copa y comentando lo que puede ser el partido y cualquier cosa que puedas comentar con alguien al que no ves durante la semana.
Lo normal es que en este partido los ánimos estén tensos. Vienen los ultras del equipo rival, es un partido muy importante, los ultras del Aleti tampoco son mancos... pero sobre todo, las instrucciones policiales son de limpiar las inmediaciones del estadio de cualquier altercado. Hombre, en bien de la seguridad es un objetivo muy loable, pero me temo que se vulneran ciertos límites, muchas veces.
Supongo que cuando uno está en casa, viendo las imágenes de lanzamientos de botellas, contenedores quemados y ultras exhibiendo emblemas... es fácil ponerse de lado de la policía y de sus medidas represivas. Me imagino que yo también lo haría.
El problema es cuando te ves envuelto en una carga policial, justificada o no, pero bastante desproporcionada. Todo acaba en una huida para evitar males mayores y en un bar un poco más alejado para poder pasar la juerga (aseguro mucho más productiva que el partido) y en mi caso pacífica. Pero no, unos cuantos han logrado captar la atención de la policía que acordona una parte de la calle en la que me encuentro, amenaza con cargar y responden a algún lanzamiento de piedras, disparando pelotas de goma.
Vale, aquí llega mi momento. Cansado de sufrir empujones y preocupado porque me den a mí un pelotazo (y no de whisky o ron) me decido a irme de allí y confiando en mi buena fé y mi buen aspecto, me voy a cara y pecho descubierto al lado en el que está apostado el grupo de antidisturbios que acordona la calle. Soy un imprudente, sí, pero ante mi intento de salir del lio lo único que recibo es una amenaza por parte de un malnacido que lleva casco, cara tapada, porra y un escudo, ah, y placa...
- ¿Dónde crees que vas?
- A ver el futbol
- Si pasas por aquí te llevas dos hostias
- ¿Por ir andando por la calle?
- Tú pasa, pasa...
- Pues nada tio, perdona, es toda una provocación caminar hacia vosotros.
Tercia un compañero suyo, este cara descubierta y casco y me recomienda que me dé la vuelta, cosa que hago además de rodear el parapeto por una calle paralela.
Sinceramente, uno ya ha visto detalles como este, pero es la primera vez que lo sufre en sus carnes y puedo darme por satisfecho de haber salido indemne. Porque media hora después mis amigos, que se quedaron allí, me relatan como la policía cargó en el interior del bar en el que estaba con ellos y en el que ellos decidieron quedarse un rato más.
Treinta y cuatro años, los que tengo, de democracia, para que tengamos que vivir ciertas cosas. Soy persona y seguidor de futbol y me merezco otro trato, no que se me considere un animal sin ningún derecho... ¿Qué hubiera pasado si hubiera ido con mi hijo por la calle, sin intención de ir al partido, y hubiera entrado en ese bar con él a tomar una simple coca-cola?
No, no vale el tómatelo en tu casa o no vayas al futbol con tu hijo. Que yo sepa, el futbol es algo que no está prohibido, tomar algo en un bar tampoco y pasear menos todavía. Tampoco lo es coincidir con malnacidos que pasan el rato destrozando mobiliario urbano o atacando a pedradas, tam. ¿Bien colectivo? La seguridad de todos. Creo que la seguridad de todos no pasa precisamente porque yo me lleve dos porrazos de un malnacido incapacitado para ser agente del orden. Algo tendrán que ver sus mandos, por cierto.
Iba a hablar de otro tema más general, pero aquí lo dejo.
Un abrazo
Jesús (a.k.a. Abu)