miércoles, 6 de mayo de 2009

El mundo del trabajo

Todo lo que escriba, con razón o sin ella, deprisa o despacio, desde la oficina o desde casa, está escrito por un indivíduo que de momento ve la crisis sin pasar por el INEM, osea, de un tipo que no tiene más queja que lo mucho o lo poco que le suben el sueldo. Fácil lo tengo.

La cuestión es que por encima de tendencias políticas, me alucina ver cómo entre determinada clase empresarial y política la clave de la cuestión reside en flexibilizar el mercado de trabajo... Una gran idea, no cabe duda.

Cuando estudié en la facultad (más fácil todavía, mis padres me pagaron unos buenos estudios) me contaban que el modelo perfecto es el americano. Si un currito pierde el trabajo, no tarda mucho en encontrar uno nuevo. Esa es la clave, ponérselo más fácil al que no tiene más remedio que cambiar de tajo. Además frente a los americanos, tenemos una gran pega: La movilidad. Para el empresariado los españoles somos poco dados a movernos...

Bien, estas cosas surgen más rápido cuando el estado de la realidad pasa de morado a negro. Lo malo es que casi nunca la culpa de las crisis las tienen los objetos de la flexibilidad. Que por cierto, ya llevan bastante olor, sabor y textura de goma, con las ETT, las becas, los contratos por obra y servicio, los contratos de prácticas... Pero aún así, la clave está en poder flexibilizar, pero no hablamos de formas de contratación, hablamos de abaratar el despido.

Jorobar, para este viaje no necesita vd. estas alforjas. Qué caro es poner a un tio en la calle. Da igual que sea de latón o que sea de goma. Si lleva dando el callo 30 años, cuesta un riñón echarle... No vamos a pedir premios, esa época ya pasó. Cuenta el día a día, estamos de acuerdo. ¿Un puñetero vago? A lo mejor, digo yo que si lleva aguantando un porrón de tiempo, no lo es tanto y encima, es posible que se sienta identificado con la empresa.

Así que si cuesta un poco menos, es más probable que le larguemos (si hay ERE y prejubilación mejor) y contratar jóvenes que ganen la décima parte. Hay que fomentar el empleo juvenil.

El debate no es acabar con los sueldos de los trabajadores, el debate es cambiar el modelo económico y sobre todo racionalizar la gestión empresarial. Se ha vivido muy bien, han sido épocas de grandes ejecutivos, enormes despachos y coches tremendos... pero se ha acabado y hay que cobrar los platos rotos.

Yo, ese de la vida fácil, no tengo la culpa. Y como yo, hay muchos trabajadores que tampoco la tienen. Que me toca, que sobro, pues vale... ya me apañaré. Pero encima que alguien se apunte la medalla porque mi despido sea más barato es para hacérselo mirar... me preocupa lo que puede pasar y me preocupa la tibieza con la que el líder de la oposición trata estos temas: Reformas estructurales... casi nada.

En este blog no voy a esconderme. Tengo claro lo que soy, lo que pienso y con quien coincido. Si Zapatero promete mantener la protección al trabajador tiene todo mi apoyo. El que ofrezca otra cosa, muy bien lo tiene que justificar.

Ah y puestos a flexibilizar, si hay benefícios que las empresas den bonus, pero si hay pérdidas...

Un saludo

Jesús (a.k.a. Abu)

No hay comentarios:

Publicar un comentario