Iba advertido. Mi padre ya la había visto hace años. Hablaba textualmente de un "canto al feminismo". De una mujer que rompe con lo establecido y se sale de la "felicidad" y la "protección" que le da su marido y su familia. Iba intrigado. No me la podía perder.
Obviamente la adaptación que vimos en el Teatro Fernán Gómez CCV, se ha ambientado en un momento actual. Pero en nuestro contexto, esta crítica sin ser menos justa y necesaria, es más frecuente y tiene más éxito aunque es obvio que queda camino por recorrer. Prometo leer el original de Henrik Ibsen, porque tiene mérito plantearse esta disrupción en 1876.
Yendo a la función que pude ver el otro día. Todo es idílico. Un matrimonio feliz que sale adelante con tres hijos. Pronto aparecen las pegas y los personajes que van complicando la trama. El pasado que va apareciendo poco a poco, el dinero que se usó, cómo se consiguió. Y las relaciones entre los distintos conocidos y amigos de la pareja protagonista, que van apareciendo poco a poco.
Pero la clave es la mujer, que ha aparcado su vida y tiene que esperar para cumplir sus sueños y sus proyectos por el bien de la familia (qué diablos, el marido) eternamente. Por no hablar de la que tiene que dejar su vida para asegurarse el porvenir con un matrimonio de conveniencia...
Engancha y hace reflexionar. Gracias por el trabajo a todo el elenco y los que hayan estado en la producción. Necesito saber que sigo vivo y necesito obras así para reflexionar y no caer en los errores sólo por seguir con la tradición de la familia. Necesito espejo, aunque no salga bien retratado. Y la sociedad también, me temo.
Un saludo del Abu
Pd. Gracias Patxi. Seguiremos persiguiéndote por los teatros. Ya viste que a Mario y a Lucía les gustó la obra.
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