sábado, 11 de noviembre de 2023

El Beti Jai, mil veces escondido


Cuando escribo esto ha pasado un año desde que fui a verlo. Madrid tiene tesoros ocultos que, estoy seguro, conocen mucho mejor gente de fuera que los propios madrileños. Basta que lo tengas al lado para que no le prestes ninguna atención. Incluso aunque hayas pasado por allí un montón de veces.

Pero en este caso estaba totalmente escondido por muchos motivos, pero ahora tras la restauración, el sistema de visitas sólo da la oportunidad a unos cuantos privilegiados que están atentos cada dos meses para inscribirse o a aquellos como yo que se apuntan en lista de espera por si sale algún hueco. 

Su triste historia la cuenta con los mejores fundamentos la Plataforma "Salvemos el Frontón Beti-Jai de Madrid", sobre todo en su página web y en los actos públicos, apariciones en medios y conferencias que ofrecen. Ciertamente es sorprendente que el edifício haya sobrevivido desde 1893 tras tanto abandono. Basta con navegar un ratito por los distintos álbumes para ver cómo llegó al año 2000. 



El frontón Beti Jai (siempre fiesta en euskera) es un edifício que podía albergar a 4000 espectadores. El final del siglo XIX trajo un boom por un deporte tan propio de nuestro país como la pelota (en este caso vasca). Otro hecho que escondió el Beti Jai...

Lo primero que nos mostraron en la visita es la fachada (por cierto sin red y restaurada) exterior del edifício en la calle Marqués de Riscal. Una fachada neoclásica, muy distinta al resto del edifício neomudejar, con adornos basados en elementos del juego como la pelota o la cesta punta. Esta elección fue para seguir la línea arquitectónica de la calle pero ya comenzaba a esconder el edifício. Salvo por los motivos de los adornos, no se distingue de cualquier edifício de oficinas o residencial de la zona.









El resto de edifício, diseñado por Joaquín de Rucoba, está construido en ladrillo en estilo neomudejar. No es tan monumental como el neoclásico y los costes eran menores como me confirmó el guía, pero también tiene su atractivo. En un principio no había edificios alrededor y se podía ver desde fuera del complejo. Pero poco a poco se fueron construyendo y ocultándolo. Hoy el frontón sólo se puede admirar desde los pisos altos y las azoteas de los edificios circundantes. Fueron sus vecinos los que empezaron a denunciar su abandono.




Pero el abandono llegó por temas deportivos. Madrid se cansó de la pelota, hubo algún escándalo de apuestas y había muchos frontones (algunos con más actividad curiosamente, pero creo que ninguno ha sobrevivido), con lo cual dejó de ser rentable. Pensemos que en el Madrid de posguerra seguía habiendo partidos de pelota y pelotaris profesionales (mi abuelo me contaba que iba a ver partidos) pero luego llegó conflicto y ETA y el gusto por lo vasco se perdió. Otro motivo para esconder el Beti Jai, 

Creo que el último motivo para esconderlo fue el que posiblemente lo salvó. Un espacio tan diáfano en pleno centro de Madrid es un caramelito para muchos especuladores que vieran sus posibilidades comerciales y "recuperasen" la zona. El Ayuntamiento de Madrid nunca ha estado interesado en proteger este tipo de construcciones y hubiera visto con agrado esa posibilidad. 

Personalmente, me dejó fascinado. Siempre me ha llamado la atención la pelota, aunque sólo jugaba con pala corta en el frontón de Muro los veranos, hay pocas cosas que me puedan fijar delante de la tele como un buen partido de pelota (ni siquiera el fútbol, que me encanta pero que veo por tv mucho menos atento). Eso, junto a la dimensión y el conjunto artístico además de tenerlo en pleno centro, ahí donde sólo esperas oficinas y bancos...

Esperaba una reforma incompleta, con muchas zonas por hacer, pero la mayor parte del trabajo está terminado. Quedarían los asientos de las gradas, el marcador y las zonas de las oficinas, la recepción y los vestuarios. Y queda actualizar los accesos. Un espectáculo para 3000 personas necesita amplitud y medidas de seguridad. Pero por lo demás el aspecto es tremendo.

Id a verlo. Os recomiendo la visita virtual de la página y aporto las fotos que pude hacer  mientras alucinaba. Cualquier cosa que pueda contaros va a sonar cursi y no va a hacer justicia. Sólo he podido justificar el olvido por hechos históricos y sociales... excusas, yo mismo me he olvidado durante un año de reflejarlo en mi blog. Espero que nadie lo deje pasar y se pueda terminar de recuperar para eventos sociales, culturales y por qué no, aunque sea muy de cuando en cuando, deportivos.


Un abrazo del Abu

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