miércoles, 22 de diciembre de 2010

Wikileaks o lo que nunca debe saberse



No voy a decir nada nuevo, pero es lo que me sale de dentro y prefiero dejarlo por escrito. Reivindicar la libertad de prensa es justo, aunque tenga mis reservas porque tiene algo de brindis al sol, por aquello de que al final se publica en todos los medios lo que interesa al que paga. Cosas del libre mercado, pero mejor que no tenga cortapisas censoras encima…

Aprovechando este tema, lo que me ha reventado, más que los desmentidos que han ido cayendo y los apocalipsis que alguno ha anunciado porque estos papelitos salgan a la luz es la reivindicación de que hay cosas que es mejor que no sepamos.

Lo siento, no puedo con ello. Hace ya mucho tiempo que me subleva ver cómo alguien o alguienes se dedican a tutelar mi conocimiento como españolito de a pie. Como cuando mi santa se molesta porque digo un taco delante de Mario. Claro, a mis treinta y cinco años y pagando mis impuestos como un campeón no puedo saber lo que escribe un embajador o un agregado de una embajada sobre tal o cual ministro o las deliberaciones sobre el caso Couso que han tenido entre representantes de los yanquis y los de mi país.

Está claro que incomoda, que más de uno tendrá que dar explicaciones. Quizá alguien tenga que dimitir… se llama responsabilidad y va aparejada a todo cargo público. No diría yo que lo contrario es la impunidad, pero sería parecido. Esos que dicen que hay cosas que no deben saberse están reconociendo el “yo no tengo responsabilidad alguna en el momento que pongo el sello de confidencial a lo que escribo/ordeno/dispongo”.

En cuanto a Julian Assange, poco puedo decir de él. Es curioso que ahora caiga sobre él una acusación, que su medio se vea acorralado, que se le acuse de traición… Ya estamos con las coincidencias. Pero no puedo juzgar esa situación ni si tiene intereses ocultos. No tiene la culpa de lo que está reflejado en esos escritos. “Sólo” tiene la culpa de revelarlos y del medio usado para obtenerlos… (no sé si quiero saber cómo, pero eso por elección mia). Particularmente le doy las gracias por la publicación y el esfuerzo.

En fin, seguiremos examinando lo que salga y esperando las explicaciones y los estiramientos de cuellos de camisa subsiguientes.

Un saludo

Jesús (a.k.a. Abu)

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