Cuando escribo estas líneas lo primero que me viene a la mente es lo cerca que ha estado de mí un tipo como Patxi Freytez. Sólo por tener cariño a la Rioja y a Logroño ya merecería todo mi respeto, pero dos personajes en cine y televisión (tal vez no sean sus dos mejores trabajos, pero eso que lo diga él) vendrán conmigo mientras viva: El lobo de "tú qué harías por amor" y Míkel en "el comisario".
Un día se destapó en twitter como seguidor de mi querida SD Logroñés y encima usa esa red social para sus preocupaciones sociales. Así que tiene todo mi respeto. Cuando vi los carteles de "entre copas" en Alcorcón sabía que mi vuelta al teatro (soy un aficionado muy irregular, bien que lo lamento) ya tenía un destino.
No tenía la referencia de la novela ni de la película, así que esperaba una obra divertida, un buen rato de teatro con un montaje sencillo y pocos actores. Poco más. Desde luego ningún prejuicio y ganas de disfrutarla.
Más allá de la aventura y los avatares de Andrés con Terra o de Miguel con Amaya, lo que más me llamó la atención de la obra es la sincera amistad, sin intereses y con todas las diferencias del mundo de Miguel y Andrés. Uno depresivo, fracasado, sin dinero, cultivado y el otro alegre, ligero, simpático, pero un tarugo (como tantas veces le llama Miguel), que se complementan y se necesitan, pero no por el dinero o por aprovecharse el uno del otro, cosa extraña en estos tiempos, sino simplemente por la amistad y la confianza de años.
Luego ya, el querer divertirse y el vino, llevan a momentos tremendamente divertidos y a la eterna magia del teatro. Una estructura envuelta por hojas secas da todo el juego del mundo y te lleva a todos los entornos que van visitando los personajes. Sorprendente la variedad de posiciones...
Sólo puedo poner una pega, en la que tengo mi parte de culpa. Los casi cuatro meses que he tenido que esperar por no poder estar en aquella función en el Buero Vallejo de Alcorcón. Por un poco más que el cine y un paseo hasta Arganda, no he visto una obra maestra pero he vuelto a soñar despierto con el teatro. Ay, la magia...
Gracias Patxi (dale un abrazo al chino de ahí detrás, aupa SDL), Ana, Elvira y Juanjo. Espero que tengáis muchos aplausos y recibáis tanto cariño al menos como ayer en Arganda y más en estos tiempos de Covid. #CulturaSegura. Vayan al teatro, caramba.