Leía esta tarde en twitter varios mensajes con el hashtag #cualessonmismotivos. No pretendo ser brillante, pero ya que me asomo a este mi abandonado blog social... vamos a escribir unas líneas, ahora que tengo un rato ya que estoy de huelga.
En primer lugar, porque aún hoy tengo a mi alrededor un montón de gente que se cree invencible. Todavía hoy la gente no es consciente de lo fácil y lo barato que resulta hoy un despido por causas económicas. Y lo unimos a la confianza ciega que tenemos en nuestro esfuerzo y en nuestras horas. Esta reforma laboral nos convierte cada vez más en números, en lastres, en cuentas de gasto, en máquinas defectuosas...
Me quiero acordar también de Isabel, de Mariana, de Rafa... de todos aquellos compañeros y amigos que no creen en la acción colectiva. En segundo lugar la demostración, de que no todo es mirar hacia otro lado, de quejarse sin mojarse, de formar parte del paisaje o, en el mejor de los casos, de formar parte de esa mayoría silenciosa en la que se escuda nuestro gobierno para seguir con sus tropelías sociales.
En tercer lugar, quiero acordarme de todos aquellos entes gubernamentales o no, cercanos al PP o no, simplemente conservadores o no... resumiendo de todos aquellos que ven esta crisis y las soluciones actuales como una penitencia para purgar los excesos del pasado. "Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", "nos hemos dado la gran fiesta", "ya se sabe, la resaca de toda borrachera". No voy a descubrir que esta crisis no ha venido por la alegría del consumo de las pequeñas economías, sino por los desmanes de los entes públicos y la deriva especulativa de ciertos usos empresariales. Y de esa penitencia no se habla.
Esta es la mia personal, llamadla sentimiento de culpabilidad. La cuarta es que no puede ser que por el hecho de tener un trabajo aceptablemente remunerado (mis horas me cuesta), poder pagar mi hipoteca, mantener a mi familia, darme algún caprichito (ir al cine de cuando en cuando) y llegar a fin de mes, sea por obra y gracia de la crisis un privilegiado.
Voy por la quinta. En defensa de lo público. Yo quiero pagar hasta la última peseta de mis impuestos y que mi estado no eluda sus responsabilidades por los desfavorecidos especialmente y por la igualdad de oportunidades, sin escatimar competencias del modo más arbitrario, sólo porque sea fácil eliminar una partida presupuestaria o añadir un importe por las buenas al precio público.
Sexta: Mi militancia socialista y un servidor se han comido unos cuantos sapos por los errores del gobierno anterior. Los 400 euros, los cinco millones de parados, la ausencia de modelo de estado... hoy día el actual gobierno no tiene más plan que encomendarse al Dios Recorte, sopena de males mayores como caer en manos de las troikas y los hombres de negro. Aquellos que venían como salvadores de la patria y como inmejorables gestores, por no hablar de su honradez y sus ideas claras para dar con las soluciones. Canal 9, Telemadrid, las reformas que asombrarían a Europa, el déficit que se pondría en la mitad y esas Autonomías impolutas... Ahora resulta que nadie está a favor de estas infamias, pero querían el cambio y ya me dirán a qué.
Son muchas, los bancos, los desahucios tampoco se me van de la cabeza. Hasta las millonadas que se pagan por dar el futbol o perdonándoles las deudas a los grandes clubes...
En fin, no sigo. Dedico a mi post a David, a Rocío, a Chus, a Pepe, a Arancha, a Marisol que seguramente se creían invencibles y menos por un importe tan irrisorio. También se lo dedico a Sonso, porque sólo la libró de la misma suerte tener jornada reducida, pero también se tuvo que ir. Y si hay alguno o alguna más proximamente, pues también...
Mañana, toca reflexionar y protestar. Desde el respeto a los que no lo sigan y a los que no lo entiendan. Esto va más allá de una convocatoria de los sindicatos, que tienen mucho que replantearse, porque pasado mañana volveremos al trabajo y tal vez otros muchos lamenten pronto que este 14N no tuvo toda la fuerza que debía... o tal vez no.
Un abrazo #14Nvamos
Jesús (a.k.a. Abu)