viernes, 18 de septiembre de 2009

Subidas de impuestos y otras realidades económicas


Me hace gracia este tema. Por un lado tenemos al gobierno y a ZP tratando de eludir las acusaciones de improvisación. Lo cierto es que unos cuantos bandazos se han dado. La verdad es que llevo tiempo lamentando el que el gobierno si tiene un plan más o menos perfilado parece ir muy por detrás de los acontecimientos y con cierto atolondramiento.

Es de lamentar que se hable genéricamente de subidas de impuestos, sin llegar a concretar nada, salvo ciertos apuntes y rumores, en cuanto al IVA y otros impuestos indirectos (claramente regresivos y que afectan fundamentalmente al consumo de las familias) y de retoques que casi no afectarían a las rentas del capital… Jopé, hay que coger el toro por los cuernos y ser un poco equitativo con la presión fiscal. Si hay margen de subida respecto a otros países, no puede caer en aquellos que más están sufriendo la crisis.

Pero no digamos la principal fuerza de la oposición. “¿Subida de impuestos? Ni hablar”. Todos los torpedos se dirigen a bajar el nivel de gasto público y en las partidas sociales. La solución está, según ellos, en reformas estructurales, que no han tenido el detalle de concretar y que van a ser la nueva panacea para este atormentado país. Ciertamente sus temores son fundados, en estos tiempos un aumento de la presión fiscal, por baja que esté, puede, por decirlo de algún modo, marchitar esos brotes verdes que están apareciendo.

Cuando estudié en la universidad (que bien, voy a poder utilizar algo de aquellos años) tuve una asignatura sobre políticas de reformas estructurales. Frente al cortoplacismo, al que se acusa de “pan para hoy y hambre para mañana”, las medidas estructurales son algo así como “pan del bueno, pero ya veremos para cuando y si realmente es bueno para entonces”. No seré yo el que discuta su necesidad, efectivamente hay que recuperar el tejido productivo que se pierda y habrá que tomar medidas a largo plazo, pero no podemos abandonar las posiciones sociales y aplazarlas sine die por motivos de urgencia. Esa es la mejor excusa para dejar en el olvido conquistas sociales impensables hace tiempo, inconcebibles para la mayoría de los conservadores.

¿Qué me queda? Un palito para el gobierno. Es loable tratar de ser el gobierno de todos y reducir tramos y complicaciones en el IRPF y eliminar el Impuesto del Patrimonio, pero se ha eliminado la progresividad. Tienen que pagar quienes más tienen, pero eso se ha perdido y debe recuperarse, pues son aquellos a los que más fácil resulta eludir al fisco.

Terminemos con un deseo. Que la ley de sostenibilidad que acaba de exponerse, sea ese medio y largo plazo que aparentemente se ha perdido de vista en este momento y la respuesta a la petición de medidas estructurales pero está vez concretas y por Dios, útiles…

Un saludo

Jesús (a.k.a. Abu)